07 octubre 2010

Fuentes de desinformación

Una vez más, el señor José Fuentes, representante de Luis Fabiano, vuelve a las andadas. Ya le conocemos de sobra. Hace años que juega al mismo juego: cada vez que Luis Fabiano está un par de convocatorias en el banquillo, aparece soltando un exabrupto que él mismo se encarga de desmentir categóricamente al día siguiente.

Siempre viene a ser lo mismo, si no juega habrá que buscar una salida. Debe pensar que los sevillistas estamos en Babia o que somos tontos; si hubiese encontrado una salida, cosa que lleva buscando desde hace años, Luis Fabiano se habría ido hace tiempo.

Resulta llamativo que por el “nueve de Brasil” todavía no haya llegado una oferta medianamente decente en todos estos años. Tal vez los grandes equipos saben que para que Luis Fabiano llegara  a un nivel alto hubo que aguantar muchos meses de sequía goleadora, apatía, indolencia y a una persona que parece estar en constante batalla consigo mismo. Una mentalidad extremadamente frágil que lo hace deprimirse y sentirse infeliz cuando no juega.

Cualquier jugador profesional se siente igualmente infeliz en el banquillo, pero su profesionalidad y competitividad les obliga a rebelarse y esforzarse más para conseguir un puesto de titular. Si a un jugador que esté en el banquillo se le pregunta por su situación, responderá que no está cómodo pero que el míster decide y que a él solo le queda trabajar para recuperar un puesto en el equipo titular.

Este no es el caso de Luis Fabiano. Tal vez espere que el Sevilla vuelva a tener la paciencia que tuvo al principio, cosa que no va a pasar sencillamente porque este Sevilla está a años luz del equipo al que llegó el brasileño hace cinco temporadas. Entonces prácticamente no tenía competencia; ahora tiene mucha, y muy buena.luis-fabiano

Quizá el señor Fuentes debería tener en cuenta que Luis ya no tiene edad para el gran fichaje de su vida (me refiero a la vida de José Fuentes), que ningún club de mayor nivel futbolístico que el Sevilla, que son muy pocos hoy en día, va a hacer un esfuerzo por su fichaje. Mejor sería que aconsejara a su representado que se esfuerce, que se gane el puesto en el campo y que aproveche su flamante renovación para dar todo lo que pueda a un club que lo ha llevado a la titularidad con Brasil, nada menos. Sin el Sevilla, Luis Fabiano habría vuelto a Brasil hace ya varias temporadas.

Luis es un formidable delantero, pero el apoyo y afecto del que goza aquí, difícilmente lo va a encontrar en otro sitio. Desde luego no el Tottenham o en la Juventus, gente que no lo conoce y que, en cuanto desaparezca en un par de partidos, lo van a mandar a la grada.

Dentro de pocos días, Luis cumplirá treinta años. Quizá sea hora de que su representante acepte de una vez que su próximo fichaje, de haberlo, será en Qatar o Estados Unidos, antes de retirarse del fútbol. Si consigue colocarlo en algún club menor, lo único que va a conseguir es adelantar ese final, aunque aún pueda sacarle algunos euros.

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