13 diciembre 2010

Estado de Alarma

Quinta derrota consecutiva. Cuarta en liga y tercera consecutiva en casa, todas ellas contra rivales que, en teoría, no juegan “nuestra” liga. No voy a empezar a criticar fichajes fallidos; a mí personalmente me parecieron razonables las explicaciones dadas por Monchi en la junta de accionistas. Básicamente porque todos sabemos que nadie es infalible y, al igual que hasta hace poco no cometía errores, ahora ha cometido varios. En cualquier caso, para mí, el haber de Monchi y su equipo supera con creces al debe.

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Pero hay dos cuestiones que me preocupan.

La primera es el mensaje de Del Nido diciendo que vamos a esperar a enero y ya veremos si se ficha. Yo me pregunto a qué vamos a esperar. Que hacen falta incorporaciones parece evidente; por una muy simple regla de tres: los que están ya no son lo que eran y los que han venido no son lo que se esperaba, al menos por ahora. Y para fichar a un jugador en el lugar de Guarente no hay que esperar a enero. Se puede argumentar en contra que no es fácil encontrar a un jugador de garantías que ande suelto en diciembre, o que esté dispuesto a venir en estos momentos. Vale. También se puede argumentar que Monchi y su equipo presumen de tener una lista de jugadores estudiados, analizados e incluso contactados para su incorporación de forma inmediata si es necesario. Y esto también vale. Hacen falta jugadores, sobre todo en la zona de creación, y hacen falta ya.

La segunda es el entrenador. Es un entrenador que a casi todos nos pareció bien; con experiencia y fama de buen psicólogo, que además tenía un especial interés en dirigir al Sevilla. Lógicamente, necesitaría tiempo para implantar su sistema, metodología, filosofía, etc. Después de cinco derrotas seguidas, no estaría de más que alguien le dijera algo como: Señor Manzano, los número que usted presenta son peores que los de su antecesor. El equipo no da muestras de reacción, los jugadores no parecen estar implicados y se ha producido un acto de indisciplina que pone en duda su autoridad como entrenador. El Sevilla no es el Mallorca, aquí tenemos un margen mucho menor y una presión mucho mayor. Dese usted una vuelta por el Museo del Sevilla, antes de que lo desmantelen, y sabrá por qué lo digo. Volver a cambiar de entrenador no es, de momento, lo que nos estamos planteando, pero su margen se ha terminado. En otras circunstancias estas cinco derrotas le habrían costado el puesto, por lo tanto sus números deben ser positivos a partir del próximo partido.

Esto sería necesario para mantener los mismos objetivos marcados. Si hemos de cambiarlos, díganlo claro.

2 comentarios:

Tántalo dijo...

Yo empezaría tirando de cantera. Ganen o pierdad, ellos seguro que se dejan la piel en el intento.

A manzano, siendo profesor de psicología como es le diría: "Ejerza maestro!"

Para ver el museo me parece que ya va tarde...

Yorick dijo...

Pues sí. Igual la cantera le echa más narices.

Miedo me da el Borussia.

Saludos.